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Make: Automatiza sin Límites tus Procesos

Cómo usar Make para automatizar procesos complejos sin necesidad de programar

En un entorno cada vez más digital y dinámico, la eficiencia operativa marca la diferencia. Automatizar tareas repetitivas ya no es una ventaja: es una necesidad. Aquí es donde entra en juego Make (antes conocido como Integromat), una herramienta de automatización visual potente, flexible y apta para usuarios técnicos y no técnicos.

Si buscas automatizar flujos complejos sin escribir código, o llevar la integración entre plataformas al siguiente nivel, esta guía completa sobre Make te mostrará todo lo que necesitas saber para empezar (y escalar).

¿Qué es Make?

Make es una plataforma de automatización que conecta aplicaciones, servicios y sistemas para automatizar tareas. Su gran diferencial está en la posibilidad de crear escenarios visuales altamente personalizados, que pueden ejecutar tareas complejas con múltiples pasos, condiciones, filtros y transformaciones de datos.

Funciona mediante módulos interconectados que simulan un flujo de trabajo, donde cada uno representa una acción específica: recibir un email, crear un contacto en un CRM, actualizar una base de datos o transformar un archivo.

¿Cómo funciona Make?

Un flujo de trabajo en Make se llama “escenario”. Cada escenario:

  • Comienza con un disparador (trigger), como la recepción de un formulario o un nuevo archivo en Drive.
  • Ejecuta módulos secuenciales, cada uno con una función específica.
  • Puede incluir ramas condicionales, bucles y operaciones matemáticas o lógicas.
  • Finaliza cuando se completa la secuencia o se cumple una condición.

Todo se hace desde una interfaz visual drag & drop, lo que facilita su uso para personas sin experiencia en desarrollo.

Ventajas de usar Make

  • Integraciones avanzadas: más de 1.500 apps compatibles (CRM, e-commerce, gestión de proyectos, marketing, etc.).
  • Transformación de datos: permite modificar datos entre pasos sin código.
  • Control total: lógica condicional, ejecución programada, errores manejados.
  • Webhooks y APIs: puedes crear integraciones personalizadas con servicios externos.
  • Versionado: cada cambio queda registrado; puedes volver atrás si algo falla.
  • Ejecución en tiempo real o programada: según tus necesidades de automatización.

Ejemplos prácticos de flujos con Make

  1. Automatización de ventas
    • Recibes un nuevo lead desde un formulario web → Se crea un contacto en el CRM → Se envía una notificación por Slack → Se activa un email personalizado automático.
  2. Gestión de incidencias
    • Un ticket nuevo en Help Desk → Se clasifica por prioridad → Se asigna automáticamente al equipo → Se actualiza el estado en Google Sheets → Se notifica al cliente.
  3. Flujos de marketing
    • Cuando un nuevo suscriptor se une a tu newsletter → Se agrega a tu plataforma de email marketing → Se etiqueta según el origen → Se envía un correo de bienvenida.

¿En qué se diferencia de otras herramientas?

  • Más flexible que Zapier: Zapier es ideal para automatizaciones simples, pero Make permite automatizar estructuras complejas con múltiples condiciones y rutas.
  • Mejor para técnicos: Puedes usar JavaScript, webhooks y llamadas a APIs externas directamente desde la interfaz.
  • Visualización clara: Puedes ver en tiempo real qué sucede en cada paso, cómo fluyen los datos y dónde falla una operación.

Cuándo conviene usar Make

  • Cuando ya tienes múltiples plataformas y necesitas integrarlas sin duplicar tareas.
  • Cuando los procesos requieren lógica compleja que va más allá de un “si esto, entonces aquello”.
  • Cuando deseas controlar cómo se transforman y utilizan los datos.
  • Cuando necesitas escalabilidad sin depender de desarrolladores para cada integración.

Planes y precios

Make ofrece un plan gratuito bastante generoso que permite crear escenarios con hasta 1.000 operaciones mensuales. Los planes pagos escalan según el volumen de tareas, frecuencia de ejecución y funciones avanzadas como escenarios activos simultáneos, soporte premium o límites extendidos de uso.

Conclusión

Make no es solo una herramienta de automatización: es un sistema de orquestación digital para tus procesos. Su interfaz visual, combinada con su profundidad funcional, la convierte en una opción ideal para quienes buscan eficiencia sin sacrificar control ni personalización.

Las empresas que invierten tiempo en automatizar con herramientas como Make no solo ganan horas, sino también coherencia, calidad de datos y escalabilidad.

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