
Brandformance: conecta marca y resultados sin dividir tu estrategia
Durante años, el marketing ha estado dividido en dos campos opuestos: quienes apuestan por construir marca a largo plazo y quienes exigen resultados medibles a corto plazo. Uno parece etéreo, emocional, sin conversiones claras. El otro, más técnico, directo y centrado en el clic. Pero ¿y si no tuvieras que elegir? El brandformance nace de esa necesidad: unir lo mejor del branding y el performance marketing en una estrategia coherente.
Qué es el brandformance
Brandformance es una estrategia de marketing híbrida que fusiona la construcción de marca con acciones orientadas a resultados medibles. No se trata de dividir la inversión, sino de diseñar contenidos, campañas y activos digitales que construyan imagen y reputación mientras generan clics, registros, ventas o leads.
Este enfoque rompe con la vieja pregunta de “¿branding o performance?” y la reemplaza por una nueva: “¿Cómo hacemos que ambos trabajen juntos desde el primer segundo?”
Por qué importa este enfoque ahora
En un entorno digital saturado de impactos publicitarios, el consumidor reacciona mejor a marcas que le generan confianza. Pero también exige respuestas rápidas, procesos claros y beneficios concretos. Ya no basta con hacer “bonita” una marca: tiene que rendir.
El brandformance responde a esta dualidad:
- Las campañas no solo deben convencer, sino conectar emocionalmente.
- El branding no es solo diseño: es experiencia, lenguaje, tono, consistencia.
- El performance no es solo conversión: también es percepción, recuerdo y fidelización.
Combinar ambos mundos no es solo posible: es necesario.
Cómo aplicar el brandformance en tu estrategia
Este enfoque requiere replantear cómo se conciben y ejecutan las acciones digitales. Aquí tienes los elementos clave para llevarlo a la práctica:
1. Contenido que inspira y convierte
Los anuncios, posts o landings no deben ser solo informativos o promocionales. Cada pieza debe tener una carga emocional o conceptual que refuerce la marca, y al mismo tiempo una estructura clara que guíe a la conversión.
Ejemplos:
- Un anuncio con una promesa emocional fuerte (“Por fin una solución hecha para ti”) que termina con un botón de acción concreto (“Descúbrelo ahora”).
- Una página de aterrizaje con storytelling visual, pero orientada a la captación.
2. Métricas para ambos mundos
No puedes medir una campaña solo por clics o solo por recuerdo de marca. Necesitas mirar dos tipos de indicadores:
- Branding: notoriedad, tráfico directo, menciones, búsquedas de marca, tiempo en sitio, engagement orgánico.
- Performance: CTR, conversiones, ROI, CPL, tasa de abandono, retorno por canal.
Lo importante es que ambos informes estén conectados. Si una campaña convierte poco pero dispara las búsquedas de marca, está haciendo su trabajo.
3. Tono de marca consistente, incluso en performance
Los anuncios de Google o redes sociales deben hablar con la misma voz que el resto de tu marca. Nada de cambiar a un tono genérico solo porque “es un anuncio corto”. El tono, la personalidad, las palabras clave deben alinearse.
Esto genera una experiencia coherente que mejora la confianza y la tasa de conversión.
4. Test A/B que midan marca y resultado
No todos los tests deben centrarse en el CTA o el color del botón. Puedes testear:
- Formatos de mensaje (emocional vs. técnico)
- Enfoques de valor (beneficio directo vs. aspiracional)
- Tono visual (limpio vs. disruptivo)
Así puedes encontrar combinaciones que mejoren resultados sin comprometer la esencia de la marca.
5. Creatividades pensadas para ambos objetivos
Cuando diseñes un anuncio o pieza visual, pregúntate:
- ¿Esta creatividad dice algo sobre quiénes somos?
- ¿Lleva al usuario hacia una acción clara?
- ¿Es memorable o simplemente funcional?
Si respondes “sí” a todo, estás aplicando brandformance.
Qué beneficios tiene adoptar el brandformance
- Mayor coherencia entre canales. Ya no hay campañas que “se sienten” diferentes. Todo transmite la misma esencia.
- Mejor retorno a largo plazo. Las campañas no solo venden hoy: construyen preferencia de marca.
- Ahorro en costes futuros. Si construyes confianza, necesitarás menos esfuerzo para vender luego.
- Mayor fidelidad. Las marcas que cuidan el fondo y la forma son más recordadas y recomendadas.
Conclusión
Brandformance no es una moda ni un término vacío. Es una forma más madura y efectiva de hacer marketing en un mundo saturado y exigente. Construir marca y conseguir resultados no deberían ser caminos opuestos. En realidad, son partes del mismo viaje.
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